Es curioso cómo somos actores de nuestra propia vida. ¿Quién mejor que nosotros puede representar nuestros deseos, conflictos, sueños?...
Siempre me ha interesado investigar la psicología humana, he bebido y practicado de distintas corrientes. El PNL es una de mis preferidas y la aplico siempre en mi vida creativa. Al fin y al cabo las personas somos una suma de circunstancias que dan lugar a nuestro carácter y personalidad, y es que, para nuestra suerte o desgracia, somos lo que pensamos.
El primer trabajo de Alharacafilms, Muñecas, un proyecto que empezó como documental y derivó a ficción, cuenta con dos mujeres haciendo de sí mismas; el resto del reparto son actores y actrices. La experiencia con estas dos mujeres ha sido fascinante. Nos interesaban personas con mucha fuerza y personalidad. Cuando encontramos a las perfectas candidatas no dudamos en abordarlas y seducirlas para la aventura. Ellas, encantadas, aceptaron el reto. Se inició el proceso de investigación con vinos, cañas y muchas charlas. Algo muy relajado, divertido y sobre todo muy eficaz, pues nos empapamos de ellas y de sus vidas. Este material nos sirvió para representar sus circunstancias y conflictos en la película. Era tan interesante el viaje que iban haciendo recreando sus propias vivencias, que su catarsis me ponía los pelos de punta. Sin querer nos vimos todos envueltos en una “constelación” (las constelaciones son las conexiones que cada persona tiene con su familia y con las personas que han sido afectivamente significativas, con este trabajo se logra traer a la luz lo oculto y hacer visible la causa de determinados conflictos). Vanessa y Ana iban constelando con actores que recreaban sus relaciones. Estaban poseídas por su verdad, sus emociones a flor de piel contagiaban las del resto. Ana en más de una ocasión, cuando acabábamos de rodar una secuencia, descolocada me decía “Estoy revuelta”, y yo, con la adrenalina a tope y una enorme gratitud, me quedaba sin palabras.
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