El cine es mi pasión, mi porqué, lo que me mueve, mi sueño… Podría estar horas diciendo este tipo de cosas. ¿Sabéis por qué? Porque el cine es magia, es soñar, es fantasía… es lo que tú quieras que sea.
He vivido muchas cosas en todos estos años de trayectoria profesional, mucha montaña rusa, muchas caídas de las que me he levantado cuando he podido con más fuerza si cabe. Extrañamente cuando te caes es cuando más te aleccionas y reflexionas.
Me he dado cuenta de que estoy llena de contradicciones. Cuántas veces he dicho, ya no aguanto más, y he aguantado carros y carretas. O si no, he vociferado, siempre me pasa lo mismo! ¡Siempre igual! Es que tal y cual! Como decía Einstein, si quieres resultados distintos, no hagas siempre lo mismo. Y cómo no, me he quejado de todo y de todos, echando la culpa de todo a los demás y poniendo el poder fuera. Y así muchas veces me he sentido frustrada y sin saber qué hacer. Pero jamás me he conformado porque si lo hacía estaba muerta. Tenía que haber una manera y estaba a la vuelta de la esquina ¿Pero dónde? El sistema no estaba hecho para personas como yo. Pasando del sistema, en busca de otros caminos, otras alternativas. Habría que saltarse el sistema a la torera, una vez más, tantas toreras me he saltado ya y las que me quedan.
A los veinte estudié interpretación y me vine a Madrid a por el sueño americano. Seguí estudiando y castings, muchos castings. Salía poco trabajo, pero yo seguía con tenacidad año tras año y venga el curso. Hata que un día me di cuenta de que no cumplía el canon estándar y de que la técnica o el talento no eran tan importantes a veces. Tuve una gran crisis y por lo tanto una nueva oportunidad. Pero la creatividad me llevó a estudiar guión y ahí se abrió una puerta inmensa para mí. Me enamoré de las historias y amplié mi visión. Miraba el cine desde otro lado, con más amplitud, más complejidad y más placer. Esto me dio un gran subidón y me llevó a un paso de la dirección. Me dije, estudia dirección y crea lo que quieras, vuela. Y por supuesto dirigir me dio alas. Vamos, vamos que si me las dio.
Pero no hace falta seguir estas andanzas para tener libertad creativa y conseguir tus objetivos. Lo único que pasa es que yo he decidido tomar las riendas de mi vida y por lo tanto el poder, ya no espero a nadie. Mi lema es pensamiento, sentimiento y acción, eh ahí la cuestión.
Las cosas son fáciles o difíciles según las veamos. Es como lo del medio vaso de agua que lo puedes ver medio lleno o medio vacío. Todo parte de nosotros, porque quien busca encuentra. Responsabilicémonos de nuestra realidad y pongámonos en marcha. No hay excusas, pasemos a la acción.
Todos somos los elegidos si nosotros lo elegimos ser.
Aquellos sueños que nos hacen llorar son los que nunca tenemos que abandonar. Porque es lo que nos hace vibrar, son nuestra esencia y naturaleza, lo más auténtico de nosotros, lo llevamos en las entrañas y se quedan ahí dentro de por vida tanto si se logran conseguir como si no. La fe es lo que siempre me mantiene firme y me hace sacar fuerzas de flaqueza cuando las cosas se ponen difíciles. Y es que hay algo siempre que me dice “confía” y yo sigo y sigo, sé que no tengo que abandonar ¿Sabéis por qué? Porque los sueños se hacen realidad.
Comentarios
Publicar un comentario